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Esbozo a tinta y pincel

Pintar el ciruelo requiere la nobleza de su esencia, en su flor se integra el espíritu del artista. Wang Mian, pintor de la dinastía Yuan Se apellida Ciruelo y mantiene con el árbol cierta semblanza: cuando parece muerto, florece. Su infancia la bañó el mar de Barcelona, pero pronto le arrancaron las olas y los sueños para incorporarse a filas y engrosar la llamada Quinta del Biberón, el último gesto desesperado para salvar a la República. Allí luchó sin luchar, sólo le disparé a una rata . Y cuando terminó la guerra hubo un antes y un después tan extremo, no sólo en él sino en todos, que aquella frontera ha continuado marcando sus relatos, su memoria e incluso su sentido del tiempo. Cuando juega al ajedrez, en solitario, con un tablero que se construyó él mismo a base de minerales que aprendió a pulir y biselar en Brasil, país de paréntesis, cuando mueve minuciosamente las piezas negras y blancas por el campo de batalla brillante y cuadriculado, el mundo se detiene.

En las librerías

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Tombuctú: archivos de arena

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La fuerza de la escritura, si tiene alguna, es la de revivir voces acalladas, cuerpos enterrados, libros censurados... A lo largo de un tiempo dilatado, el autor ha ido tejiendo recuerdos, testimonios y escenas cotidianas en forma de poemas, de apuntes de su diario o de versiones de lecturas que encontró en una de las bibliotecas de Tombuctú para defender uno de los objetivos militares predilectos: la memoria. Son momentos de tregua donde florecen espacios de lectura y diálogo, pero también trágicos episodios bélicos donde perece todo aquello soñado. Exilio, cultura, tensión y perseverancia envueltos por un mar de arena siempre cambiante, siempre presente. Tombuctú: archivos de arena Dídac P. Lagarriga Árdora Ediciones   ISBN: 978-84-88020-56-7 Edición: 2017, Madrid 116 páginas Distribuido por: Machado Grupo de Distribución y Les Punxes 15,00€

El despertar del árbol

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Un cuento para recordarnos que los árboles también hablan, también miran, también tienen conciencia. (Publicado en castellano, catalán y portugués) Texto de Dídac P. Lagarriga Ilustraciones de Albert Asensio Akiara books ISBN: 9788417440008 35 páginas 14,00€

Sissoko y Segal: música para dormir a las fieras

Existe un pensamiento feroz. Pensamiento, y no impulso, porque está elaborado intelectualmente, razonado. Y feroz porque agrede e impone. Lo podemos encontrar en el llamado “fundamentalismo religioso”, pero es una lástima utilizar un término tan preciso y necesario como “fundamentalismo”, porque de los fundamentos no podemos prescindir. “Extremismo” es también ambiguo cuando realza la cuestión del lugar y la pertenencia: ¿quién se sitúa en los extremos, quién en el centro, quién los supera y quienes no puede entrar? “Radical” está también tergiversado, puesto que proviene de radix , es decir, las raíces. Parece, pues, que predomine la voluntad de estigmatizar la profundización en las materias, censurar la búsqueda de los fundamentos y las raíces y transitar por todas las partes, también por los extremos. Estas etiquetas se quieren paliar con términos como “moderado”, lo que todavía acentúa más la idea de quedarnos flotando en la superficie -sin llegar a los fundamentos-. Contraponer

El caracol

A Zeyneb le pesa el mundo. «Refugiada» por unos acontecimientos que no sólo la superan a ella, a su familia, a su barrio, a su pueblo y a toda la región, sino incluso a quienes se asoman a la actualidad a través de agencias, comunicados, fragmentos de vídeos domésticos, análisis contradictorios y comentarios ambiguos en foros, blogs y las tan famosas redes sociales, llamadas así no por su capacidad de tejer sino de atrapar, enmarañar y aislar. La confusión, en su interior y en los horizontes más lejanos... En ese medio metro cuadrado de repisa Zeyneb ha logrado que crezcan algunas plantas aromáticas y un geranio. La ventana de la cocina, de este modo, da algo de color al panorama gris urbano del piso catorce de un bloque igual a cualquier otro bloque de estas características que brotaron por todo el mundo durante esas siembras desarrollistas de hace cuatro décadas. Hoy es su casa, aunque no su hogar. Dos meses antes, la hija de la vecina le había regalado tres caracoles y ella los

Limpiar con rezos

A propósito del libro de Ruth Ozeki El efecto del aleteo de una mariposa en Japón Tenemos la imagen de un Japón tradicional, bello y lento que transcurre en un paisaje rural. A esta se le suma otra, tecnológicamente abigarrada y enmarcada en megaurbes como Tokio. Clichés estereotipados para quienes necesitamos encasillar el mundo en imágenes permanentes, sin matices. ¿Cómo deshacernos de ambas postales que aparecen cada vez que pronunciamos “Japón”? Tal vez con otro término que se ha hecho un lugar por sí mismo desde marzo del 2011: Fukushima. La palabra asusta porque remite a catástrofe: la catástrofe, en primer lugar, de no podernos apoyar ya en estereotipos. Fukushima es un espejo. Existen tantas formas de mirarse en ese espejo como rostros pueblan el mundo. Ruth Ozeki es una escritora y monja budista que optó por un particular modo de mirarse en el espejo-Fukushima: la novela A Tale for the Time Being , traducida al castellano como El efecto del aleteo de una mariposa en J